martes, febrero 27, 2007

Sobrinus, una lástima


Y es que estas cosas pasan. Por fin, te llega algo de un grupo que habías escuchado hace tiempo, te flipan, y te enteras de que ya no existen. Bon voyage, arrivederci, demasiado tarde.
En fin, qué le vamos a hacer. Por lo menos nos quedan sus discos para recordarlos, y para darnos cuenta, una vez más, de que en esto de la música vale más la suerte que el talento, y sacar la cabeza es bien jodido.
La banda se forma en Madrid en el año 1.995, adoptando como homenaje (o coña, según se mire) al grupo Primus su nombre. A la batería se encuentra el gran Loza (Los Coronas, Sex Museum, Zia...), más tarde sustituido por David Parrilla; a la guitarra y voz, Sidney Gámez (hoy en Adrede) y al bajo el genial Javier Fernández. Ganan el concurso "Imaginarock" y, como premio, se les brinda la oportunidad de grabar su primer disco.
Sin embargo, a pesar de la gran acogida del público y la crítica, éste no tiene mucha repercusión mediática, y la banda no logra levantar demasiado el vuelo.
Dos años más tarde, convertidos en una de las bandas estandarte de la sala "Siroco" de la capital madrileña, sacan su segundo largo, "Zapin", que gozará de algo más de repercusión, pero sin hacer el suficiente ruido. La banda, fiel a su deseo de autoeditarse y de no dejarse engullir por la industria pasa cinco años sacando sus propios singles y dando cientos de conciertos por toda España, hasta que en 2.003 ve la luz su tercer y último disco, "13 Muecas Compiladas", un prodigio de composición, melodías y sonido. Ritmo y rock.
No obstante, las buenas críticas y el cariño del público alimentan pero no dan de comer, y el grupo decide cortar por lo sano a finales de 2.004 en un último concierto ofrecido en la sala Copérnico de Madrid.
Pues eso, que una lástima, la verdad.

viernes, febrero 23, 2007

Vuelven los Cazafantasmas

Sí, mis queridos compinches. Nueva secuela al canto. Si en estos días hemos podido disfrutar de "Rocky VI" (por mucho que Sly se empeñe en disfrazarla como"Rocky Balboa"), y en breve verán la luz Rambo IV (que, por extensión, tampoco se va a llamar así, sino "John Rambo") e "Indiana Jones IV" (parece que, por fin, se está rodando), las cabezas pensantes del cine americano están fraguando una nueva versión de Los Cazafantasmas.
Parece ser que el director será nuevamente Harold Ramis, y que del guión se encargarán el propio Ramis y Dan Aykroyd. Sin embargo, planean aún demasiadas dudas sobre la película.
Finalmente se han decantado por hacer una versión animada, por ordenador, del filme, vista la negativa del gran Bill Murray a participar en esta tercera parte. Se llegó, incluso, a barajar el nombre de Ben Stiller para sustituirle, pero parece que no cuajó (uff...y mira que a mí a veces me hace gracia).
Por lo que he podido leer, seguramente se estrenará en el 2.008. Ya veremos qué pinta tiene la cosa.

jueves, febrero 22, 2007

Django Reinhardt

Jean Baptiste "Django" Reinhardt nació en una caravana de gitanos en Bégica, en el año 1.910. Hijo de músicos y actores, pasó sus primeros años de vida viajando por Francia, Italia, o Argelia, acompañando a su familia en sus espectáculos. Primero aprendió a tocar el violín, para pasarse después al banjo, que abandonó cuando descubrió la guitarra, pues ésta podía amplificarse y acompañaba mejor a otros instrumentos.
Así, en su adolescencia siguió a numerosos acordeonistas por cafés y night clubs (no de los de pilinguis), ganándose sus primeras perras como músico.
Sin embargo, en la madrugada del 2 de noviembre de 1.928, al volver de una de sus actuaciones a su caravana, se le escurrió un candil que llevaba encendido. Este prendió los numerosos trocitos de papel que tenía su mujer almacenados para hacer flores de decoración.
Django y su parienta lograron escapar del incendio, pero sufrió gravísimas heridas. Su mano izquierda quedó malherida, los dedos anular y meñique prácticamente inservibles.
Sus amigos pensaron que nunca volvería a tocar, pero los meses fueron pasando y Django desarrolló su técnica con sólo tres dedos, usando los otros dos para hacer algunos acordes. Su hermano Joseph le regaló una guitarra nueva y volvió a estar en activo.
En 1.934 Louis Vola formó el "Quintette du Hot Club de France" en el que él tocaba el bajo, y para el que contrató a Reinhardt y al violinista Stephane Grapelli. La banda cosechó muchísimos éxitos, y tuvo varias formaciones, incluyendo a clarinetistas, pianistas, saxofonistas...
Tras estallar la II Guerra Mundial, Grapelli y Django se separaron. Este último, no sin ayuda, logró sobrevivir al exterminio nazi (recordemos que era gitano), y ambos volvieron a unirse, terminada la contienda, para realizar una gira por los EE.UU. abriendo para Duke Ellington. Reinhardt admiraba a los músicos de jazz americanos y aquel viaje fue una enorme influencia par él.
Sin embargo, no era muy amigo de las nuevas tecnologías (guitarras eléctricas, amplificadores) y de vuelta a Francia se separó bastante de la escena musical, volviendo a sus raíces.
En 1.948, de nuevo al lado de Grapelli, grabó su último disco (se dice que realizó entre 750 y 1.000 grabaciones), considerado todo un clásico, y descubierto hace unos pocos años.
En 1.953 murió de un derrame cerebral.
Aquí os dejo un video. Es una pena, porque apenas quedan documentos visuales del muchacho.


viernes, febrero 16, 2007

Buen cine: "El Sargento de Hierro"


Pongámonos en situación. Eran los ochenta, mi hermano y yo aún éramos pequeños y colegiales bambinos y no nos podíamos quedar hasta tarde viendo la tele (bueno, a mi hermano todavía no le dejan). En un anuncio de la "Primera", la "Uno" por aquel entonces, vemos que, después de las noticias, van a echar "El Sargento de Hierro". Emoción, intriga y dolor de barriga:

Hmnos. Karamazov:-"¿Por favor, nos podemos quedar a verla, por favor?"

Mamá Karamazov: "Bueno, pero sólo si no dicen demasiados tacos, que mañana hay cole" (véase qué bien ha relacionado siempre mi madre los conceptos).

Terminan los anuncios, empieza la peli y a las primeras de cambio, el bueno de Clint suelta la siguiente lindeza (literal):

"Soy el sargento de artillería Highway. He bebido más cerveza, he meado más sangre, he echado más polvos y he chafado más huevos que todos vosotros juntos, capullos".

El descojone se apodera de mi hogar. Mi hermano y yo nos miramos (esta peli mola); nos dejan quedarnos a verla.

"El Sargento de Hierro" es una película cojonuda. Protagonizada y dirigida en 1.986 por el único y genial (como Sherlock Holmes) Clint Eastwood, cuenta la historia de un viejo sargento de la Marina Americana (the one and only) a quien poco antes de su jubilación destinan a entrenar a una pandilla de indisciplinados y patosos reclutas ("¡ah!, ésta ya la he visto"-habrá exclamado algún avispado lector...en fin, yo he dicho que es cojonuda, no que el argumento sea híper-original).

De camino a la base, se encuentra con Jones ("Habrás oido hablar de mi, soy Steve Jones, el conde del funk, el duque del cool, el ayatolá del rock and roll"), interpretado por Mario Van Peebles, quien huye robándole su billete de autobús y óbligándole a pagar la cuenta del restaurante en el que habían comido.

De muy mala ostia (como siempre) Clint llega a su destino, y descubre que el batallón que le han asignado está lleno de pasotos (sí, sí, he puesto "pasotos"), y que entre ellos se encuentra el cabrón de Jones. Tras arrancarle a éste el pendiente de la oreja de cuajo, decide ponerse manos a la obra y someter a los soldados al entrenamiento más duro que estos hayan conocido.

Las putadas se suceden día tras día. La tropa trata constantemente de acabar con Highway pero ven que este es invencible. Incluso su última esperanza, organizar una pelea entre el sargento y Sueco (¡Sueco, Sueco!), un gigantón de más de metros, se ve frustrada cuando Eatswood le pega cuatro ostias sin darle tiempo a reaccionar.

Tras hacer de ellos algo parecido a unos buenos soldados, el batallón es destinado a la isla de Granada a luchar contra el ejército cubano (jódete Fidel). Allí demuestran todo lo aprendido y se revelan como unos auténticos y competentes americanos, que, por fin, se dan cuenta de que su sargento es un tipo genial.

En fin, que la peli, a pesar de que por esta sinopsis pueda parecer un poco prototípica, es muy buena. Combina el humor, el drama y las escenas bélicas con maestría, y representa a la perfección la historia de un sargento, ya viejo y odiado por todos, y que nunca llegará a general, al que le cuesta adaptarse a los nuevos tiempos. Si podéis redescubrirla (doy por supuesto que todo el mundo que tenga tele ya la habrá visto), hacedlo.

"Estoy aquí para comunicaros que la vida tal como la habeis conocido ha terminado. Más vale que os vayais al pueblo esta noche a reiros y a hacer el gilipollas, o a restregar vuestras pichitas contra vuestras novias, o a meterla en cualquier agujero, pero sea lo que sea hacedlo porque mañana a las seis de la mañana, vuestros culos serán míos"

miércoles, febrero 14, 2007

Muere A. Finisterre, inventor del futbolín


Hace unos días murió Alejandro Campos Ramírez, alias Alejandro Finisterre: poeta, editor,...pero sobre todo, inventor del futbolín.
Cuando sólo tenía 17 años quedó sepultado tras uno de los bombardeaos que recibió la capital de España durante la Guerra Civil. Fue trasladado al hospital de Montserrat, donde conoció a muchos niños que estaban en su misma situación, no podían jugar al fútbol. Allí, gracias al ping-pong, le surgió la idea de crear ese "fútbol de mesa".
Junto a un carpintero vasco (que usaría sólo las manos, me imagino) elaboró el primer futbolín que, sin embargo, no tuvo demasiada repercusión (hombre, esto es España, pero es que estábamos de guerra...). Lo patentó en Barcelona en 1.937. Patente que, por otra parte, perdió al exiliarse.
Durante los años que permaneció fuera de nuestras fronteras, logró hacer negocio fabricando el futbolín en Guatemala, hasta que, nuevamente, tuvo que huir, al terminar un golpe de estado con la democracia en el país sudamericano.
De vuelta a España, pudo ver como su invento estaba profundamente instaurado en nuesra sociedad; los fabricantes valencianos se habían adjudicado el mérito.
En fin, descanse en paz.

martes, febrero 13, 2007

En vista del día que es...

Pues eso, que en vista del día que es y que no voy a tener mucho tiempo para escribir, aquí os dejo unas instantáneas que os harán recordar tiempos remotos...












¿Soy yo el único que ve cierto parecido?

viernes, febrero 09, 2007

El logo de la NBA

No puedo evitarlo. Es superior a mis fuerzas. Me encantan los datos inútiles y las anécdotas chorras. Qué le vamos a hacer, nací en el Mediterráneo.
Muchas veces (bueno, tampoco es que me quitase el sueño) me había preguntado si detrás del logo de la NBA (Enbiei) se escondía alguien de verdad, o si era una simple creación de algún diseñador. Hoy, leyendo en "El País" digital una noticia sobre Pau Gasol, he descubierto que efectivamente esa silueta perfectamente reconocible encierra a un jugador que existió. Su nombre; Jerry West.
Nacido en West Virginia en 1.938, el pequeño Jerry siempre fue muy bueno jugando al basket (sin cansarse demasiado, porque por las noches se sacaba el graduado). Nombrado jugador del estado en 1.956, fue el primero en conseguir más de 900 puntos en una sola temporada jugando para su instituto, y ya en la Universidad, consiguió ganar el campeonato de la NCAA, siendo elegido "jugador más valioso" (MVP).
Gran driblador y encestador, en 1.960 ganó con la selección yankee la medalla olímpica en los Juegos de Roma. En la NBA jugó siempre para los Lakers. 14 años en los que encabezó las listas de los máximos encestadores, llegó a nueve finales y se alzó con el campeonato en la temporada 1.971-72. Participó en el All-Star en 13 ocasiones y fue elegido MVP en varias finales.
Tras su retirada, "Mr.Clutch" (¿embrague?) se hizo entrador, y llevó a los Lakers a tres play-offs. En los dorados ochenta fue manager de su equipo de toda la vida, en una de sus épocas de mayor esplendor (benditos Magic, Worthy o Kareem).
En 2.002 fue fichado como manager de los Grizzlies, donde aún reside como soldado de fortuna.
En 2.005, sú numero, el 44, fue el primero en ser "retirado" (ningún jugador lo llevará más) de la Universidad de West Virginia.

miércoles, febrero 07, 2007

Falsas verdades

Circula por el mundo una vieja leyenda según la cual habría ocurrido lo siguiente: corría el año 1.969, los hippies se amontonaban en las calles, Ramón Alcántara invertía en algún negocio ridículo (¿una granja de caracoles, quizá?), y los americanos enfilaban la Luna.
Armstrong (Neil, ojo, ni Louis ni "Single Bollock" Lance), Aldrin, Collins y el Apollo XI, lograban aterrizar en nuestro satélite en la noche del 20 de julio. Tras bajar de la nave y pronunciar su famosísima frase: "Este un pequeño paso para un americano y una gran patada en el culo a la carrera espacial rusa", Armstrong y sus compinches hablaron por teléfono con Richi Nixon, y pasaron las 2 horas siguientes recogiendo muestras y haciendo sus cositas lunares.
Según se cuenta, justo antes de subir a la nave para emprender el viaje de retorno a la Tierra, Armstrong habría pronunciado las siguientes palabras: "Buena suerte, Sr. Gorsky".
Desde Houston no se le dio más importancia, y se pensó que sería algún tipo de "recadito" a algún cosmonauta soviético ("Yeah, we´ve fucked them! "-pensó el controlador aéreo John Smith).
Sin embargo, años después se supo el verdadero sentido de dicha frase: de niño, el pequeño Neil, como buen chaval estadounidense que se precie, andaba jugando al beisbol con sus amiguitos. La pelota salió despedida y fue a colarse a casa de los vecinos de la familia Armstrong, los Sres. Gorsky. Neil se acercó al jardín de estos a recoger la pelota y pudo escuchar como la Sra. Gorsky le espetaba a su marido: "¿Sexo oral?, ¡Tendrás sexo oral cuando el hijo del vecino camine sobre la Luna!".
Así, el salao de Neil se habría acordado de su viejo vecino eslavo y le habría deseado una felación en toda regla, para celebrar su éxito cosmonáutico.
Sin embargo, esta historia (cojonuda, por otro lado) es absolutamente falsa. A pesar de ser una de las anécdotas más conocidas, tiene tanto de cierto como los lametones de aquel perro a la fan de Ricky Martin (o Henry Churchs, que ahora no me acuerdo).
Parece ser que Buddy Hacket la contó hacia 1.990 en el Tonight Show, y que, desde entonces, no ha parado de circular por todo el mundo. Muchos, no obstante, aseguran que es verdadera.
Yo no sé más de lo que he contado aquí. De haber ocurrido, la verdad es que el humor del viejo Armstrong sería impagable.