jueves, junio 29, 2006

Los negros de Ibáñez


Francisco Ibáñez es el mejor dibujante de historietas que tiene, y posiblemente tendrá, este país. Más allá de que nos guste más o menos, o de que todas las historias de Mortadelo sean iguales (en lo que no estoy de acuerdo, aunque sí entiendo que haya gente que piense así), la calidad, estilo e influencia de este autor son absolutamente indiscutibles.
Como todos sabemos, Mortadelo fue el gran pelotazo del cómic español. Y lo sigue siendo. De hecho, es increíble el ritmo de producción que tuvieron estas historietas en sus inicios, y que aún se mantiene hoy en día. Y es que Ibáñez es un trabajador infatigable y apasionado, que todavía saca unos 5 ó 6 álbumes al año.
Tuvo que currar de lo lindo para poder vivir de sus dibujos. Así, en los 60 y 70 era llegaba a entregar más de 20 páginas por semana. Y los directores de las editoriales vieron que tenían en el autor barcelonés a una auténtica "gallina de los huevos de oro".
Por eso, y aquí es donde quería llegar, cuando las relaciones entre el dibujante y su editorial (Bruguera) se rompieron hacia mediados de los ochenta, se dieron una serie de situaciones realmente curiosas.
Bruguera se había quedado con los derechos de los personajes de Ibáñez (Mortadelo y Filemón incluidos, claro está), y por consiguiente, éste no podía publicar historietas de los mismos (manda cojones, ¿no?). Crea entonces "Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo" o "7 Rebolling Street", series que, bajo el sello Grijalbo, le permitieron salir del paso, pero que no tuvieron tanto éxito como sus precedentes.
Sin embargo, al mismo tiempo, seguían apareciendo nuevas páginas de Mortadelo y Filemón. ¿Cómo podía ser esto posible? La respuesta: Bruguera utilizó a unos cuantos historietistas (a la par que guionistas, entintadores, dibujantes a lápiz...) para seguir reproduciendo las aventuras creadas por el genial Ibáñez. El filón no podía desaprovecharse, simplemente.
Durante algunos años, autores como Casanyes (autor de "Paco Tecla y Lafayette" y dibujante de Quicky..sí, sí, el de Nesquik) reprodujeron a Mortadelo y Filemón sin consentimiento de su creador, como también le ocurrió a personajes ideados por Vázquez ("Anacleto, agente secreto"...). De hecho, Ibáñez siempre se opuso a estas copias, y en su acuerdo con Ediciones B en 1.993, logró evitar que esas historietas se reeditarán, permitiendo, tan sólo, que viesen la luz algunas, en las que, si bien su labor no había sido completa, había llegado a bocetar o a escribir el guión, cuando aún trabajaba para Bruguera.
Ibáñez siempre se ha defendido, y con toda la razón, de aquellos que le acusan de utilizar a ayudantes, o "negros", para la realización de sus obras. Práctica que no es tan infrecuente ni alarmante, pero de la que el catalán nunca ha hecho uso. Si bien, lo único que ha admitido es alguna ayudita a la hora de entintar final, pero él siempre ha dejado todo atado y bien atado.
Sólo nos quedaría preguntarnos, en fin, qué fue de aquellos "negros" que utilizó Bruguera. Parece ser que la editorial no les trató todo lo bien que debería, y que algunos como el propio Casanyes, no recibieron cuanto les prometieron o esperaban. Después de todo, no podemos olvidar que eran trabajadores que se limitaban a seguir una línea editorial determinada, de forma absolutamente legal (pues recordemos, los personajes eran de Bruguera). Y es que no es fácil vivir del cómic, y, como para todo ,supongo, hay que tragar un poquito de mierda, e, incluso, a veces, hacer concesiones.
Por ello, es curioso encontrarse con revanchas, como ésta, cargadas de mala leche y al mismo tiempo de mucho humor y grandes dibujos.

Recomendación: LINIERS

Gracias a mi amigo Milveinticinco he conocido este blog del dibujante Liniers.

Es un tipo argentino, que publica sus tiras en el periódico "La Nación" (Argentina). A mí me han encantado, así que espero que os gusten. Aquí os dejo algunas:







*Si queréis saber más de él: Liniers

*También os recomiendo este otro blog:

http://lamierdaocurre.blogspot.com/

martes, junio 27, 2006

Me ponga usted kilo y medio de Wrestling...


Ya lo decía Nino Bravo, América es América.

Sólo en un país como Estados Unidos el circo del wrestling podría tener tantos adeptos. No hay más que echar un vistazo a los llenazos que siempre se dan en los estdios donde compiten los luchadores, o a las enormes cantidades de dinero que mueve el negocio gracias al merchandising o a los derechos de televisión.

En España, el wrestling vivió una época de relativo éxito, especialmente entre los chavales, gracias a las retransmisiones de principios de los noventa que nos trajo Telecinco, y que nos mostraron ese universo paralelo de colorido, llaves, enfrentamientos, excesos, mentiras...y Hulk Hogan. Rompiendo sus camisetas o jaleando al público (siempre portador de los gigantes dedos en los que se leía "Hulk Rules"), siempre fue el número uno.

Hulk Hogan, bautizado como Terrance "Terry" Gene Bollea nació en Augusta, Georgia, el 11 de agosto de 1.953 (Oh my God!!! tres días antes que mi padre...¿querrá eso decir que mi progenitor es también superfuerte? porque el bigote ya lo tiene). Tras pasar unos cuantos años tocando el bajo en grupos de rock por los garitos de Florida (léase Flórida), fue en una de estas actuaciones cuando un cazatalentos del wrestling, Jack Brisco, le invitó a probar suerte. El joven y mastodóntico Terry, gran fan de la lucha, que siempre compraba el número mensual de "Gigantes del Wrestling" ,aceptó.

Tras su debut como "The Super Destroyer" (joder), su carrera se inició de manera espectacular, ganando a todo aquel que se le ponía por delante. Por fin, en 1.979 llegó su primer combate en la World Wrestling Federation (el sueño de todos los lectores, me imagino). Fue entonces cuando fue rebautizado como Hulk Hogan, por sus reminiscencias irlandesas (aboslutamente falsas, por supuesto) y porque era una puta mole.

Aunque empezó haciendo el papel de heel (rudo, malo maloso del wrestling), poco a poco fue ganándose el cariño de la gente, convirtiéndose en un face (bueno y americano del wrestling), así como la cabeza visible del mundo de la lucha (muñecos, apariciones en series como "El Equipo-A", dinero,...). Durante estos años, primeros 80, también participó en "Rocky III" y alcanzó un éxito notable en Japón, mientras los primeros "WrestleMania" se iban sucediendo (en el primero de ellos contó con Mr.T como pareja).

Así, en el WrestleMania VI, en 1.991, tras haber ganado un año anterior el Royal Rumble (o "Todos contra Todos") al mismísimo Mr. Perfecto, sucumbió ante el Último Guerrero, en una de las peleas más cruentas y espectaculares de la historia de la humanidad americana. Todos los que por aquella época sintonizábamos nuestra pantalla amiga recordamos esa pelea con emoción, y algunos, como yo, con cierta tristeza, pues el bueno de Hulk nunca volvió a ser el mismo, y, poco después, decidió retirarse durante un tiempo.

Sé que hay más historia después de aquel mítico combate, pero, la verdad, no me interesa demasiado. Sé que Hogan volvió como Hollywood Hogan, o como Mr. America (joder, otra vez-adjunto foto), pero parece ser que tuvo algunos problemas con la WWF, y me da la sensación de que se limita a arrastrarse por los cuadriláteros demostrando que cualquier tiempo pasado posiblemente fue mejor.
Hacedle una patada voladora a vuestro jefe, zafaros de vuestras obligaciones, y destrozad vuestras camisetas. Que siga sonando a toda leche "Real American"...
Más información: Hulk Hogan

jueves, junio 22, 2006

Superhits de los 80: John Hughes (1)

Si hubo alguien que supo captar el espíritu de los ochenta, y que me perdone Mike Seaver, ése fue, sin duda, John Hughes.
Tenía pensado escribir un artículo sobre "El Club de los Cinco" exclusivamente, pero indagando por Internet he tenido que rendirme a la evidencia. Merece un pequeño homenaje.
John Hughes es una especie de hombre renacentista, pero de los ochenta. Escritor, guionista, actor, director y productor, ha abarcado todas las facetas posibles en el mundo del cine, y en todas ha cosechado grandes éxitos. Si bien, es cierto que fue detrás de las cámaras donde obtuvo sus mayores logros durante la década de las muñequeras y los cardados. No en vano, no dirige una película desde 1.991, centrándose, básicamente, en su labor de productor y guionista ("Flubber", "101 Dálmatas", las secuelas de "Solo en Casa", "Daniel el Travieso"...)
Hughes siempre ha apostado por el entretenimiento, por un cine sencillo y simpático. Desde las películas más gamberras, hasta las comedias juveniles, romanticonas, o, últimamente, familiares, siempre ha trenzado historias majas y simples, pero efectivas. Y su influencia es innegable en la mayor parte de las comedias que se han producido en los últimos veinte años. Basta con echar un vistazo a la filmografía de Kevin Smith ("Mallrats", "Clerks", "Dogma"...).
Veamos algunas de mis favoritas (no pierdan de vista las traducciones, por cierto):

"El Club de los Cinco" se rodó en el año 1.985, y desde su estreno se convirtió en una película de culto para toda la juventud de la época. Y no me extraña, porque es cojonuda.
Cinco chavales muy diferentes son castigados a pasar la mañana del sábado en el instituto. Los motivos son variopintos: llevar un arma y esconderla en la taquilla, hacerle una putada a un compañero, escaparse del tuto para ir al mall,...
Esquivando la estricta supervisión del director Vernon (descanse en paz), verán que no son tan distintos como parecían en un principio, y que esa mañana les hará ver las cosas desde otro prisma. Aunque posiblemente, nunca vuelvan a dirigirse la palabra...
Un año más tarde (1.986) Hughes rueda "Todo en un Día".
En ésta, el fantástico Matthew Broderick (Ferris Bueler, qué peacho de nombre) decide que la vida es muy corta, y que pasa de ir al tuto ("Ooou yeah...tu-cu-tú-caaa...", que decía la canción de Yello).
Así que les dice a sus padres que está enfermo (monta un genial dispositivo que hace que cuando se abra la puerta de su cuarto suenen unas toses y su voz languideciendo) y se pira a convencer a su mejor amigo para irse por ahí a hacer el cabra. A pesar de sus reticencias iniciales, acaba aceptando. Así que juntos se van a recoger a la novia de Ferris al instituto. Y en Ferrari (olé, olé y olé...es que es la polla).
Total, que los tres se pasan el día haciendo el chorra (ven un partido de baseball, van en barco, cantan "Twist and Shout" encima de una cabalgata que forma parte de un desfile por el centro de la city,...incluso, se cargan el Ferrari). Finalmente, Ferris logra llegar, justo a tiempo, a casa sin que sus padres descubran que de lo único que estaba enfermo...era de los ochenta.
1.987 fue el año de "Mejor Solo que Mal Acompañado" (¿no les dije lo de los títulos?). En esta descacharrante comedia nos encontramos con un soberbio mano a mano entre dos grandes actores: Steve Martín, y el genial (y difunto) John Candy. El primero de ellos, un triste vendedor con tendencia a ponerse muy nervioso, pretende regresar a su casa para celebrar "Acción de Gracias". Sin embargo, y tras coincidir al coger un taxi, su destino quedará unido al simplón y simpaticote Candy.
Todo sale mal a partir de ese momento, y la vuelta a casa se convertirá en un suplicio. Se verán, incluso, obligados a compartir una habitación en un motel (Martin: "¿Dónde está tu otra mano?"-Candy: Entre las almohadas"-Martin:¡¡¡Eso no son las almohadas!!!").
Como curiosidad,esta película fue clasificada en Estados Unidos como "R-Rating" (o lo que es lo mismo, no recomendada para menores de 18 años) porque en una escena de un minuto se utiliza la palabra "fuck" diecinueve veces. Y es que Martin se desespera de lo lindo.
De 1.985, al igual que "El Club de los Cinco", es "La Mujer Explosiva".
Dos superpringaos del instituto (uno de ellos es Anthony Michael Hall, actor fetiche de Hughes), hartos de no comerse un colín, deciden entrar en la base de datos del pentágono (supongo que hecha con Excel) para fabricarse una nena a su medida. El experimento les sale redondo y de la pantalla del ordenador sale una supertiti, Kelly LeBrock (the lady in red is dancing with me...), con un cociente intelectual superior al de Aznar y una actitud que ni el mismísimo David Lee Roth (ésta no es mía, pero es genial).
La pivita se percata de los panolis que son sus creadores y decide convertirlos en los tíos más guays de la ciudad y que las gachis caigan rendidas a sus pies (calzados con J´Hayber, por supuesto).

En 1.984, y gracias a esta película, se inauguró el género de las comedias románticas ambientadas en los High Schools, que tanto éxito tuvieron en los ochenta y que siempre echaban los fines de semana a las tres y media.

Samantha está loquita por Jake, el guaperas de turno (pero buena gente, esta vez), que no le hace ni puto caso, al igual que toda su familia que olvida su cumpleaños, demasiado atareados con la boda de su hermana mayor. Gracias a la amistad que entabla con Ted (Anthony Michael Hall), un auténtico tolay, pero que a la postre será el rey indiscutible de la peli, poco a poco consigue acercarse a Jake, quien, oh sorpresa, también siente algo por ella. Una fiesta salvaje y un par de baladas ochenteras harán el resto.

* Aquí concluye el primer repaso a la obra de John Hughes. ¡¡¡No se vayan todavía amigos, aún hay más!!!

miércoles, junio 21, 2006

Un Franco, 14 Pesetas

El único truco para que la gente vaya al cine es hacer buenas películas. O, en su defecto, que salgan tetas.
Y es que no paran de bombardearnos con que la industria está en peligro (¿de extinción? vayan pasando por favor...), que si el cine americano, que si los medios, que si el dinero...
Seguro que "El Proyecto de la Bruja de Blair" costó mucho menos que cualquier película española que se hiciese el año pasado, y a mí, particularmente, me acojonó cosa mala. Y es que, señores, no es todo cuestión de pasta y de boato.
El victimismo en el que ha caído el cine español en estos últimos años me parece, además de bochornoso, un flaco favor a toda la gente que de verdad vale en nuestro país, y que, lejos de contentarse con criticar a los yanquis por hacer películas entretenidas, trabajan muy duro por llevar adelante historias en las que creen.
Este es el ejemplo de "Un Franco, 14 Pesetas", primera película del actor (y ahora director, con mayúsculas) Carlos Iglesias. Una película sobre la historia de nuestro país en la que, por fin, no se recurre a la Guerra Civil como telón de fondo, o no se nos dice por trigésima vez lo malo que era Franco o lo loca que fue la movida. Una película que recupera los años sesenta, época que últimamente se pretende reducir al Landismo y a José Luis López Vázquez (dos de los mejores actores que tiene y tendrá España), pero sin la cual no se puede explicar nuestra vida actual.
La historia que, al contrario que el Megahit, no destriparé, está basada en la infancia del propio director, y está contada con mucho gusto y cariño. Con tacto, y con unos diálogos cuidados y excelentes. Carlos Iglesias y su compañero protagonista, Javier Gutiérrez, están fantásticos (sobre todo el primero) y el resto del reparto, sin ser espectacular (no olvidemos que es la primera película de Iglesias), emociona y es creíble desde el primer minuto. Y todo ello, sin hablar de la música, buenísima.
Si queréis pasar un buen rato viendo una peli buena os recomiendo que vayáis a verla. Y si no os gusta, ya lo siento...pero el cine español y Ramoncín os lo agradecerán.

lunes, junio 19, 2006

Royal Crown Revue - Gruta´77, 17 de junio


Llevaba un tiempo sin ir a conciertos, y, la verdad, es que en este mes de junio me estoy resarciendo. El 2 vi a los Red Hot Chili Peppers, el 3 a Radio Mundo, el 6 a Los Sundayers, el 12 a Barricada...Y este sábado volví al Gruta´77, mi sala predilecta y posiblemente una de las mejores del país, para ver a este conjunto norteamericano: Royal Crown Revue.
Éste es el tercer año consecutivo que paran por estos lares, y, si bien en 2.004 no pude ir a verles por exámenes, y el año pasado coincidían con Michel Camilo, este año no me los quería perder bajo ningún pretexto.
Royal Crown Revue, formados en el año 1.989 por Eddie Nichols y Mando Dorame, son los principales iniciadores y los reyes indiscutibles del nuevo Swing americano. Y el sábado lo dejaron bien claro. Ante un Gruta abarrotado como en las grandes citas (y ésta bien que lo era), fueron tocando canción tras canción ("Stormy Weather", "The Contender"...) sin permitir que la audiencia dejase de chasquear sus dedos y de menear las caderas.
La banda tiene un sonido impecable. Los vientos (sin trombón) son nítidos, la batería es contundente, el contrabajo (que, al parecer toca con la Brian Setzer Orchestra) sublime, y la guitarra, simplemente, preciosa. De la voz no hace falta ni hablar. Tremenda, elegante.
No faltó, por supuesto, su gran éxito "Hey Pachuco", que les dió, además de unos buenos royalties, la fama internacional a raíz de su inclusión en la película "La Máscara". Con este tema acabaron el set antes de los bises, y en él aprovecharon para hacer un solo de batería y contrabajo espectacular.
Poco conocidos en España, Royal Crown Revue gozan de mucho prestigio en Estados Unidos. Y no sólo sus 16 años de carrera les avalan. Han girado por Australia y Japón junto a B-52´s y los Pretenders, han sido cabeza de cartel del Warped, han entrado en la lista Billboard, tienen dos discos en directo...
Todavía tienen conciertos por nuestro país (muy bien se presenta el de Haro este sábado 24, junto a Los Coronas), así que si podéis no perdáis la oportunidad de ver a estos grandes músicos. Y de paso, os ponéis un tupé molón...

viernes, junio 16, 2006

René Lavand


Debían de ser finales de los ochenta o principios de los noventa cuando Tamariz tenía aquel programa en TeleMadrid. "Chan-Ta-Ta-Chán" se llamaba, y, además de contar con las actuaciones del propio Tamariz (o "The Fucking Lord", como es conocido en Wichita), presentaba a otros magos de estilos muy variados.
Pues bien, en una de esas noches, mi hermano y yo contemplamos atónitos como un viejales que sólo tenía un brazo (¡¡tío, que sólo tiene un brazo!!) hacía un truco alucinante a la vez que contaba una historia muy intrigante sobre dos tipos en una cantina (o algo así). Nos encantó aquel hombre, hasta su acento argentino (éramos jóvenes, y los prejuicios sólo se extendían hasta los que tomaban Nesquick en vez de Cola-Cao. Os sigo odiando, marditos...)
Durante años lo olvidé, aunque, es cierto, que siempre que salía una conversación sobre magia, lo cual no es muy habitual, solía apuntar alguna frase del estilo: “Sí ya, ¿pero tú has visto alguna vez a un viejo argentino manco que cuenta historias y hace unos trucos de la ostia?”.
Hasta que por fin averigüé su nombre en aquel programa de Localia, “Hoy no hay Siesta” (buenísimo, una pena que lo quitaran), que presentaba Juanjo de la Iglesia, y en el que cada viernes había un espacio dedicado a la magia: “René Lavand”. Encantado de volver a conocerle, Sr. Lavand.
Busqué por Internet algo de información, e incluso estuve a punto de comprar un DVD de una de sus actuaciones, pero todo quedó en agua de borrajas, y me volví a olvidar del asunto.
Sin embargo, ayer, mientras veía de nuevo a Tamariz en la tele (qué maravilla, qué tío más majo y más salao) en un programa de La2 llamado “Carta Blanca”, volvieron a mencionarle.
Y esta vez sí que me he propuesto no olvidarle bajo ningún concepto.
Más información: René Lavand

jueves, junio 15, 2006

Der Fuehrer's Face



Corto de Disney de 1.943.

miércoles, junio 14, 2006

Magilla Gorilla

Me descojono con sólo oir el nombre: Magilla Gorilla. Repetidlo un par de veces: Magilla Gorilla, Magilla Gorilla...Joder, es que es genial.

"Magilla Gorilla" es una serie de dibujos animados en la que un simpático gorila (no confundir con Clyde, chimpancé que acompañaba a Clint Eastwood en "Duro de Pelar") vive en el escaparate de una tienda de animales. El dueño de ésta, el bueno del Sr. Peebles (otro pedazo de nombre) está absolutamente desesperado porque nunca logra venderlo. Y es que Magilla es bastante revoltosillo, y especialista en meterse en líos. Así, sólo en contadas ocasiones se deshará, temporalmente, eso sí, del enorme simio (situaciones, por supuesto de lo más normales, como los típicos ladrones que necesitan un gorila para robar un banco...). Por ello, Magilla se pasa los días comiendo plátanos, para desesperación económica de Mr. Peebles, y enredando por la tienda y sus alrededores, muchas veces acompañado por Ogee, una adorable niñita que quiere comprarlo, pero que nunca tiene el dinero suficiente (y mira que Peebles, que está hasta los huevos, lo pone baratito). En todos esos paseos, o en cada nuevo cliente que entra a la tienda, nos encontraremos con una descacharrante salida del gorila, que, finalmente, no es vendido, y acabará diciendo algo así como: "Ya veremos la semana que viene".

El "Magilla Gorilla Show", creado por la archiconocida productora Hanna-Barbera, empezó a emitirse en 1.964. Tres años después dejó de producirse, aunque ha sido repuesto, gracias a dios, en infinidad de ocasiones. Asimismo, Magilla también aparecía como un personaje del Clan de Yogi, serie en la que el susodicho y sus colegas iban por el cielo en una especie de Arca de Noé, buscando la Tierra Prometida, en la que no hubiera ni malos malosos ni contaminación.

Para terminar, os dejo la canción que tenía la serie (está en inglés, pero no es demasiado difícil):

"We’ve got a gorilla for sale. Magilla Gorilla for sale.

Won’t you buy him, take him home and try him, gorilla for sale.

Don’t you want a little gorilla you can call your own,

A gorilla who’ll be with ya when you’re all alone?

Spoken: How much is that gorilla in the window?

Take our advice, at any price, a gorilla like Magilla is mighty nice.

Gorilla, Magilla Gorilla for sale."


martes, junio 13, 2006

Barricada-Teatro Lope de Vega, 12 de junio

El primer artículo que publiqué en este blog me delata: siento predilección por Barricada. Fue uno de los pimeros grupos que escuché, y, con los años, creo que el tiempo me ha dado la razón: Barricada son el mayor exponente que tiene el rock and roll en nuestro país. Después de Ramoncín, claro está.
Por ello, y vista mi apabullante objetividad, ayer no podía faltar al concierto acústico que los de Pamplona ofrecieron en el Lope de Vega de Madrid.
Tanto a la entrada en el teatro, como al ir ocupando las butacas, se palpaba que el ambiente tenía algo distinto, y que la curiosidad por ver a los Barricada en este formato era enorme. "Me siento americano, civilizado"- comentó el yonki que ocupó el sitio contiguo al mío.
Por fin, se apagaron las luces y con una puntualidad bastante ajena al mundo del guitarreo, los abuelos ocuparon la escena. El Drogas se enfundó su chistera y una gafas de sol, y Alfredo (siempre sentado durante el set acústico) empezó a rasgar los acordes de "Tu Nombre". La primera, suave y directa a la mandíbula: enorme.
Y así, durante casi dos horas fueron derrochando un reportorio completísimo y muy elaborado, lleno de clásicos ("En Blanco y Negro", "No Hay Tregua", "Animal Caliente"...), de recuperaciones muy agradecidas ("El Pan de los Ángeles", "Juegos Ocultos", "Mañana Será Igual", "Deja que Esto No Acabe Nunca"...) y de versiones de sus canciones que, en mi opinión, no llegaron a cuajar del todo (terrible "En la Esquina del Zorro").
Los cuatro, aisitidos por las tres "zíngaras" a los coros (de menos a más), el "Pirata" al Saxo (estuviste enorme, Maguila), Akerra al teclado, y el "Lobo" a la armónica, demostraron que tienen más tablas que las casas de los Amish, y que saben cómo meterse al público en el bolsillo con un simple guitarrazo, tal y como quedó claro con "Tu Cuerpo" o "Que no me Silbes". El Drogas, salao a rabiar, en sus registros más graves (al bajo y a la voz); el Boni, que no tuvo su día con los solos, dejó ver que aún llega más alto que nadie y que sabe crecerse en concierto; Alfredo, más activo en la parte más cañera y con una actitud de chapeau; y el Ibi, posiblemente la sangre nueva que necesitaban hace algunos años, estuvo sembrado y muy original en las adaptaciones.
Fue una noche diferente, en la que Barricada dio una lección de saber estar y mostró que no se han limitado a tocar sus viejas canciones con guitarras acústicas, sino que han trabajado muy duro y que conservan la ilusión por seguir dando toda la guerra que les dejen. Y que les apetezca.

jueves, junio 08, 2006

Billy Preston (1946-2006)


Antesdeayer murió Billy Preston a la edad de 59 años en el hospital de Scottsdale (Arizona), después de permanecer ingresado en este centro en estado de coma profundo desde el pasado mes de noviembre.
Preston, teclista y compositor nacido en Texas, y conocido como "el quinto beatle" por sus colaboraciones en canciones como "Let it Be" o en el disco "Abbey Road", también prestó su talento a numerosos y variados artistas como los Rolling, Little Richard, Bob Dylan, Jackson 5, Ray Charles, Eric Clapton...o, incluso a Red Hot Chili Peppers en su último disco "Stadium Arcadium". El propio Miles Davis llegó a ponerle su nombre a una canción, y también participó en las películas "Sargeant Pepper Lonely Hearts Club Band", de los Beatles, y "Blues Brothers 2.000" (por cierto, qué cosa más mala).
Empezó muy joven, y como artista en solitario también cosechó algunos éxitos: llegó a grabar 18 discos entre 1965 y 1995, y en 1973 obtuvo un premio "grammy" al mejor disco instrumental por "Outta Space". Además, fue el compositor de "You´re So Beautiful", balada que el gran Joe Cocker convirtió en mítica (como Eneas).
Tras pasar una mala época en los ochenta, debido a su afición a las drogas y el alcohol, y ser condenado por estafar al seguro (quemó su propia casa), en los noventa vivió una nueva buena época. Participó con los Stones en su "Bridges to Babylon" y volvió a girar junto a Eric Clapton (donde servidor le conoció, en un concierto en el Palacio de los Deportes ).
Sin embargo, el pasado martes su riñón no aguantó más...una pena, vaya.

Más información : Billy Preston

viernes, junio 02, 2006

Superhits de los 80: "Al Filo del Abismo"

Si alguien conoce a algún chaval capaz de ver esta película y no lanzarse después a la calle con su monopa (no queremos verte por aquí, palabra "skate") a intentar hacer virguerías, que me lo presente, por favor.
"Al Filo del Abismo" ("Gleaming the Cube", en inglés: algo así como alcanzar el tope, o poniéndonos estoperos, partiendo la pana) se estrenó en el año 1.989. El argumento es el siguiente: Christian Slater (Brian) es el pivito más guay del tuto, que pasa de todo y sólo se dedica a patinar con sus molones colegas por California. Sin embargo, un día, el hermano adoptado (y vietnamita: esto es integración y olvidar rencillas) de Brian es asesinado, al descubrir que el videoclub donde trabaja, propiedad del padre de su novia (un antiguo comandante vietnamita) es en realidad una tapadera para traficar con armas (jodidos amarillos, me lo olía desde el principio).
Brian se resiste a creer la versión oficial, según la cual, su hermano se habría suicidado. "Eso es imposible"-piensa él-"era un hijo del comunismo, pero tenía auténticos sentimientos americanos". Así que se pone a investigar por su cuenta. Para ello, y con la ayuda de la novia de su hermano muerto, deberá infiltrarse en la conservadora comunidad vietnamita, que no le aceptará si sigue llevando esas pintas tan macarras. Así que Slater pega un cambio radical: se quita los pendientes, se pone unos naúticos y se peina por primera vez en su vida. Poco a poco, sus investigaciones van dando frutos y, ayudado por el detective Bauer (un ochentero de puta madre), logrará averiguar la verdad.
La película, aparte de ser entretenidísma (no quiero sonar a abuelo, pero ya no se hacen pelis así), cuenta con otros muchos alicientes. Así, las escenas de monopatín son cojonudas: el patinaje rabioso de Brian en la fábrica (yeah,yeah,yeah...), la persecución bajando la colina de California, las escenas en la piscina vacía al principio, etc. Además, el papel del mítico (como Eneas) Tony Hawk (¿cuántos años tiene ya este tío?), los pantalones en los que te puedes colgar el monopatín, y el sótano en el que el colega de Brian le fabrica el súpermonopa (súpersantxeski, pa los rh-negativenses), y que parece un refugio antiaéreo, son detalles que hacen a la película irresistible.
Sacad vuestras viejas tablas y poneos a patinar marditos...

jueves, junio 01, 2006

Queens of the Stone Age

"Songs for the Deaf" fue el tercer disco de estudio de Queens of the Stone Age (Qotsa, para ir abreviando). Después de un primer trabajo homónimo con grandes canciones como "Regular John" y un segundo disco, titulado "Rated R", algo más flojo, pero con un puñado de buenos temas ("The Lost Art of Keeping a Secret", "Autopilot" o "Monster in the Parasol" son buenos ejemplos), "Songs for the Deaf" vio la luz en el año 2.002.
Para mí, es uno de los mejores discos que he escuchado en mi vida, y demustra que la sociedad que formaban Josh Homme y Nick Olivieri (un buen par de bigardos, por cierto) era tan cojonuda como irrepetible. De hecho, y como se ha demostrado, el último disco de los Qotsa, "Lullabies to Paralyze" no es tan bueno como su predecesor, y los trabajos de Olivieri en solitario no llegan al nivel de su etapa anterior.
El disco es completísimo, y cañero de principio a fin, alternando guitarrazos con ritmos pesados y muy pesados, y cuenta, además, con invitados de lujo: Dave Grohl a la batería (tela marinera), Mark Lanegan a la voz, Chris Goss como locutor de radio invitado...
Grandes canciones como "No One Knows" (no me cansaré nunca de oirla), "Hangin´Tree", "First It Giveth", se combinan con locuras como "You Think I ain´t Worth a Dollar but I feel Like a Millionaire" (que abre el disco) o "Six Hooter", con pistas más oscuras y pesadas ("Do It Again", "Song for the Dead") y con temas algo más suaves como "I´m Gonna Leave You" o "Another Love Song". Y todo ello sumado a una de las mejores canciones de Qotsa, "Go With the Flow", que, no en vano, abre su disco en directo, el último editado hasta la fecha.
El sonido del disco es impecable. Homme pone mucho empeño siempre en este aspecto; las guitarras suenan sucias, pero definidas, y tremendamente "gordas" (afinar en Do y usar amplificadores Ampeg a válvulas, antiguos y para bajo, hacen el resto). La voz está muy cuidada, y las melodías son una maravilla; de hecho, creo que es aquí donde reside la mayor baza de los Qotsa. Y la estructura de las canciones es tan personal como infalible.
Creo que este disco, que en su día me costó encontrar y que pagué bastante caro, es una pieza fundamental del Rock and Roll más actual (llámasele stoner, o como se quiera), y creo que en unos años, si no ya, su influencia se dejará notar en los grupos que vayan saliendo. O no, nunca se sabe...
Más información: Queens of the Stone Age